El 22 de octubre de 1858, hace 165 años, nació Auguste Victoria, Princesa de Schleswig-Holstein. Gracias a su matrimonio con el Kaiser Guillermo II, se convirtió en la primera dama del Imperio Alemán. Ocupó así el rango social más alto de Alemania y fue el centro del Imperio durante más de tres décadas, de 1888 a 1918. Su pronunciado compromiso caritativo le valió el apelativo de "Dama de la Iglesia". El Neue Palais era su residencia preferida, donde vivía con su esposo Guillermo II y sus siete hijos durante varios meses al año.

Con motivo del cumpleaños de la emperatriz, Jörg Kirschstein nos lleva de paseo por su piso y su jardín privado para hablarnos de una vida principesca en la que las rupturas del siglo XX se reflejan de forma impresionante y, hasta cierto punto, trágica.