La reina Sofía Dorotea era culta en muchos sentidos. Le gustaban las cosas bellas de la vida y se interesaba por el arte, la literatura y, sobre todo, la música. En su corte se organizaban regularmente conciertos con numerosos músicos, y la reina apreciaba especialmente la música vocal. Para ella, la música estaba asociada sobre todo a las celebraciones familiares y las ocasiones de prestigio. Además de artistas de la corte e invitados, sus dos hijos mayores, Wilhelmine, actuaba a menudo como solista de clavicémbalo y el príncipe heredero Friedrich, con la flauta. Todos los príncipes y princesas recibieron clases de música y algunos compusieron sus propias piezas.

Podrá conocer mejor a los miembros musicales de la familia en una visita guiada por el palacio. Tras la visita, habrá champán y galletas saladas en el vestíbulo del palacio, seguidos de un concierto en la Iglesia Evangélica de la Santa Cruz.