Jugar, aprender, comer, dormir y ser activo: cómo crecen los niños hoy en día no es sólo una cuestión de diseño. Desde el siglo XIX, la vida y las experiencias de los niños se han caracterizado por muebles, juguetes, libros y objetos cotidianos diseñados especialmente para ellos. Incluso estos primeros objetos de diseño permiten comprender el fenómeno de la infancia y los cambios en su percepción social. En el siglo XX, proclamado el "Siglo del Niño" por la pedagoga sueca Ellen Key en 1900, la planificación de espacios y objetos para niños se convirtió en una disciplina por derecho propio. Es precisamente la preocupación por el tema de la infancia lo que a menudo ha dado a los diseñadores modernos una libertad y creatividad particulares, desde el diseño reformista en torno a 1900 hasta el diseño de la Bauhaus y la posguerra en Oriente y Occidente hasta nuestros días. Con sus elevados niveles de sencillez y facilidad de uso intuitivo, el diseño para niños casi puede considerarse un paradigma del buen diseño.

"Diseño para niños" reúne ejemplos de mobiliario, producto y diseño gráfico y los sitúa en su época de origen. Además del diseño de habitaciones infantiles y parques infantiles, los objetos diseñados para niños también se analizan en función de su materialidad natural o artificial. Una sala independiente dedicada a los libros infantiles no sólo presenta ejemplos históricos, sino que también ofrece una pequeña biblioteca para hojear, mirar y leer en voz alta. La exposición está dirigida tanto a niños como a adultos y contiene muchos elementos interactivos que se pueden probar, jugar y sentarse. Fomenta un cambio de perspectiva entre jóvenes y mayores y es una invitación a los adultos interesados en el diseño a mirar el mundo material a través de los ojos de un niño.