El 22 de junio de 1941, el Reich alemán invade la Unión Soviética. Al final de la guerra, la Wehrmacht había capturado a unos 5,7 millones de soldados del Ejército Rojo. Su trato es criminal. Las actitudes antibolcheviques y racistas juegan un papel tan importante como los intereses militares y económicos del régimen nazi. En total, perecen más de tres millones de prisioneros de guerra soviéticos. Un gran número de ellos son fusilados. La mayoría de ellos mueren de hambre y enfermedades debido a la total insuficiencia de suministros, especialmente en la primavera de 1942. En la Unión Soviética, los supervivientes se enfrentan a la desconfianza de las autoridades. Están bajo sospecha generalizada de traición y están en desventaja social durante décadas.

Con más de tres millones de muertos, los prisioneros de guerra soviéticos son uno de los mayores grupos de víctimas de los crímenes masivos alemanes. Sin embargo, a día de hoy apenas se les recuerda.

La exposición ofrece una primera introducción al tema. Nueve capítulos ofrecen una visión general de la temática hasta la actualidad, las biografías presentan los destinos individuales, un mapa de Europa muestra las ubicaciones de los campos seleccionados y el número de víctimas, y las estaciones de medios de comunicación permiten la investigación de los lugares conmemorativos seleccionados y un examen crítico de las fuentes de las fotografías.

La exposición irá acompañada de una serie de conferencias. Las fechas y los temas, así como más información, pueden encontrarse aquí: https://www.museum-karlshorst.de/dimensionen-eines-verbrechens

Los socios de cooperación en este proyecto son: Museo Germano-Ruso Berlín-Karlshorst, Instituto Histórico Alemán de Moscú, Memorial del Campo de Concentración de Flossenbürg, Fundación de Monumentos de la Baja Sajonia, Comisión de Tumbas de Guerra Alemanas

Con el apoyo de los socios de cooperación y: Ministerio Federal de Asuntos Exteriores, Comisario del Gobierno Federal para la Cultura y los Medios de Comunicación