Asumir que los animales aparecieron por primera vez en la imaginación humana como carne o cuero o cuerno es proyectar una actitud del siglo XIX milenios atrás. Los animales funcionaron primero en la imaginación como mensajeros y promesa.
John Berger, ¿Por qué miramos a los animales?, 1980

Lin May Saeed (*1973, Würzburg) lleva 20 años trabajando sobre la vida de los animales y las relaciones entre animales y humanos. Con un lenguaje formal coherente, mucha empatía, un amplio conocimiento histórico-cultural de los cuentos de hadas y las fábulas, pero también con humor, cuenta en sus obras viejas y nuevas historias sobre el sometimiento y la liberación de los animales y su coexistencia con los humanos. Con esculturas, relieves, siluetas expansivas y dibujos, la artista berlinesa crea una nueva iconografía de la solidaridad entre especies.

En su primera exposición individual en un museo de Alemania, las obras artísticas de Lin May Saeed se unen a préstamos y obras de la colección del Museo Georg Kolbe de Renée Sintenis (1888, Glatz-1965, Berlín Oeste). Esta escultora central del modernismo, que en aquella época también buscaba un lenguaje y una forma de representar la relación entre animales y humanos, celebró su irrupción en la década de 1920 con esculturas de animales de pequeño formato. El más conocido, el Oso de Berlín, se sigue concediendo anualmente en el marco del Festival de Cine de la Berlinale. El diálogo entre los artistas de distintas generaciones que se está creando en el Museo Georg Kolbe no sólo rastrea la evolución formal de la escultura animal. La exposición también examina los cambios en la imagen que la sociedad tiene del animal en los últimos 100 años y apunta a una nueva actualidad en nuestra percepción y trato de otros seres vivos, como el papel de la cría industrial de animales en la progresión de la catástrofe climática. Ni el bronce ni el mármol serán testigos como materiales escultóricos de la creatividad humana en un futuro lejano, ya que se habrán descompuesto. En cambio, la espuma de poliestireno permanecerá intacta. Por eso, este plástico no biodegradable a base de petróleo es el material preferido de Lin May Saeed para sus obras. Para ella, es un recordatorio del impacto del hombre en el medio ambiente. Así, el arte de Lin May Saeed abre siempre una dimensión política en la era antropocénica.

La exposición muestra esculturas de espuma de poliestireno, acero y bronce, así como siluetas y dibujos de ambas artistas, y va acompañada de un amplio programa educativo y de apoyo sobre la animalidad, la ética animal y los derechos de los animales.