De los 3.000 campos de trabajos forzados nazis repartidos por todo Berlín, sólo ha sobrevivido el de Schöneweide. Los 14 barracones de piedra, que debían albergar a más de 2.000 trabajadores forzados, se construyeron en medio de una zona residencial bajo la dirección de Albert Speer. Aquí se alojaron en 1944 y 1945 militares italianos internados, trabajadores forzados civiles de varios países y prisioneras de campos de concentración.

en 2006 se inauguró en parte del recinto el Centro de Documentación sobre los Trabajos Forzados Nazis. La exposición permanente "Trabajos forzados cotidianos 1938-1945" ilustra lo extendido que estaba el trabajo forzado bajo el nacionalsocialismo.

Utiliza objetos, fotografías e instalaciones multimedia para mostrar cómo se organizó el despliegue masivo de trabajadores forzados, cómo era la vida cotidiana en el campo, en el trabajo y en contacto con los alemanes, y cómo se les trataba de forma diferente según la ideología racista. Una selección de biografías recorre la vida de los hombres, mujeres y niños deportados de casi toda Europa.

El barracón 13 de la calle Köllnische Straße 17, el mejor conservado de todos los barracones de alojamiento, también es accesible en visitas guiadas. Aquí se pueden encontrar inscripciones de trabajadores forzados italianos en muchas paredes del sótano.