En Tegel-Süd hubo un campo nazi de trabajos forzados de 1942 a 1945. Estaba gestionado por una filial de la empresa Borsig y, con capacidad para 1.500 personas, era uno de los campos más grandes de Berlín. Los "trabajadores del Este" -rusos, ucranianos y bielorrusos, y a partir de 1943 también militares franceses e italianos internados- fueron alojados aquí y sustituyeron a los trabajadores alemanes que habían sido reclutados como soldados. En el campo también vivían trabajadores forzados; se documentan 23 nacimientos de mujeres procedentes de Europa del Este.

Los edificios del campo, testigos de piedra de los trabajos forzados nazis, se utilizaron después de la guerra como escuela, hogar educativo para niñas y escuela de jardinería. En 2010, se creó aquí un monumento conmemorativo del distrito, donde diez bancos de hormigón visualizan estos diferentes usos. Desde 2016, un antiguo barracón del campo alberga un museo que ilustra la bien documentada historia del campo con documentos, fotografías y artefactos de la vida cotidiana de los trabajadores forzados.

El monumento es representativo de los 140 campos conocidos de Reinickendorf. En 1944 había más de 30.000 trabajadores forzados en Reinickendorf y unos 400.000 en todo Berlín.